Brasil, 1 de julho de 2025
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¿El queso provoca pesadillas? Nuevos hallazgos científicos

Estudios recientes sugieren que ciertos alimentos, especialmente el queso, pueden incrementar la probabilidad de tener pesadillas. Averigüe por qué

Un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology revela que consumir queso antes de dormir puede estar relacionado con un aumento en la incidencia de pesadillas. La investigación, liderada por el profesor Tore Nielsen de la Universidad de Montreal, analizó los hábitos alimenticios de 1.082 estudiantes en Alberta, Canadá.

¿Qué vincula al queso con las pesadillas?

Los participantes informaron si comían ciertos alimentos en la noche y cómo esto afectaba su sueño y sueños. Resultó que alrededor del 22% atribuyó a los productos lácteos, incluido el queso, la peor calidad del sueño y mayor frecuencia de pesadillas. Además, un 30% de las personas con intolerancia a la lactosa coincidieron en que sus síntomas gastrointestinales como hinchazón y malestar empeoran su calidad de sueño.

“Las pesadillas se intensifican en personas intolerantes a la lactosa que sufren síntomas digestivos severos y tienen sueños perturbadores”, afirmó Nielsen. La conexión sugiere que las sensaciones corporales, como molestias estomacales, pueden influir directamente en el contenido de los sueños, como explica un metaanálisis de 2024 que vincula estímulos sensoriales con experiencias oníricas.

Otros factores que influyen en los sueños

Además, la ingestión de alimentos en la noche puede estar relacionada con el cronotipo nocturno, un patrón que predispone a las personas a ser más activas y también a experimentar pesadillas, según estudios anteriores. La ansiedad y la depresión, que a menudo se ven agravadas por malestares digestivos, también pueden jugar un papel importante en la intensidad emocional de los sueños.

Recomendaciones para una mejor noche de descanso

Los autores sugieren que limitar el consumo de ciertos alimentos, en particular el queso y otros productos lácteos, en las horas previas al descanso podría reducir la probabilidad de tener pesadillas. Además, evitar comer tarde en la noche parece favorably, especialmente para quienes tienen un estilo de vida nocturno o tendencia a soñar con mayor intensidad.

Estos hallazgos complementan investigaciones previas que muestran cómo diversas sensaciones físicas y ambientales influencian el contenido onírico, mostrando la conexión entre el cuerpo y la mente en el proceso del sueño (Fuente: Frontiers in Psychology).

Perspectivas futuras

El estudio abre nuevas líneas de investigación sobre la relación entre la alimentación y los sueños, sugiriendo que modificar hábitos alimenticios puede ser una estrategia efectiva para mejorar la calidad del sueño y reducir las pesadillas recurrentes. Sin embargo, los expertos advierten que más investigaciones son necesarias para comprender completamente esta interacción.

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